Poco hay que contar sobre mí. Soy escritor, aunque nadie me conoce. Soy importante, porque de mí dependen las vidas de mis personajes. Escribo porque quiero, pero también porque lo necesito. Escribo porque me gusta, pero también porque espero que te guste a ti. Lo hago porque me ayuda a liberarme, y espero que leerme te ayude a ti a encontrar respuestas. Tengo mucho de sur, aunque también tengo un poco de norte. En mi corazón llevo un poco del Mediterráneo, aunque fue el Sena el que me animó a empezar a escribir. No soy real, aunque en el fondo soy una parte escondida de otra persona, una parte que estaba enclaustrada en un oscuro rincón y que la vida poco a poco fue liberando para ser una mitad más de mi ser. Llevo en mi sangre un poco de sal, lluvia, pequeños rayos de sol y hojas de naranjo. Las calles estrechas, las vistas sorprendentes y las puestas de sol son mi fuente de inspiración. Pero también el rumor del agua, el sonido de los árboles mecidos por el viento y, en definitiva, las pequeñas cosas de la vida. Soy tan real como irreal, existo sólo en mi cabeza pero también ocupo una parte importante de corazón. No soy famoso, porque carezco de rostro. No tengo rostro, porque sólo soy otro personaje. Soy real, porque existo y escribo, pero al mismo tiempo estoy hecho de fantasía, locura y deseo…Me llamo J.F. Acroll y soy escritor, porque lo primero que pienso al despertarme es que necesito escribir.