Siete besos me quedaron
Siete besos y una flor.
Siete heridas me dejaron
Un puñal y un día sin sol.

Un beso por lo que pudo ser
Uno por lo que nunca fue.
Un beso y un te quiero
Y otro porque nunca te tendré.

El beso que no te di en el parque,
Aquel que al irme me tragué.
Uno por probar tus labios,
Hechos de hierba y miel.

Y el último de despedida,
De sal de lágrimas y heridas
De viento frío y de piel
Un beso que sabe a recuerdos,
A disculpas y a porqués.

Y una flor hecha de sábanas,
De sudor, calor, risas y placer.
Una flor que no se marchita
Porque bebe de mi propio ser.

Y es que mientras yo sea, habrá flor.
Y mientras florezca habrá esperanza.
Que no hay vida más triste,
Que la del que ama y se olvida de creer.

Yo amo, creo, espero y florezco.
Y cada primavera lo haré.
Porque aunque rompí tu corazón, y el mío también.
Hay flores que no se marchitan nunca,
Y amores que no dejan de crecer.