¿Qué pasa cuándo no eres capaz de pasar página?
Hace unos días, en terapia, mi psicóloga me dijo algo que me descolocó mucho. «Yo, con todas las herramientas que tengo, si viviese dos semanas en tu vida, también habría entrado en una depresión».
Que alguien a quién admiras tanto te diga eso resulta, cuanto menos, chocante. Desde entonces, no puedo evitar pensar que, quizá, el problema que tengo es que no puedo pasar página.
Desde hace tres años me siento perdido. Perder a mi madre, a mi tía y a mi padre en tan solo tres años, y hacerlo de maneras tan horribles, me ha pasado factura. Hace tres semanas, también en terapia, descubrí que no he procesado todavía la muerte de mi madre. Por supuesto, las de mi tía y mi padre no es que no las haya procesado, es que ni he conseguido asimilar que ya no están.
Hoy he vuelto a ser consciente de que el duelo es algo que no sé afrontar. Una sola frase de uno de mis primos y, de pronto, la falta de mi madre se ha hecho tan real que, en segundos, todo el trabajo de meses de terapia se ha desmoronado. El dolor ha sido tan intenso que ha llegado al punto de hacerme sentir que me faltaba el aire.
Por primera vez en tres años, he cogido un álbum de fotos y he buscado fotos de mis padres. Uno de mis primos ha entrado justo en el momento en que yo estaba llorando. Él perdió a su madre hace menos de un año, pero aún así parece que lo ha encajado mejor que yo. Me ha hablado de lo importante de disfrutar el día a día, de apreciar la vida cómo hacían nuestras madres…
Y no he podido evitar pensar que yo, después de tres años, de terapia casi cada semana, de un ingreso, de tratamiento psiquiátrico… No consigo vivir sin ellos.
No sé es por mi forma de ser, porque he patologizado el duelo o porque, sencillamente, es algo que nunca va a dejar de pesarme.
El caso es que, por más que lo intento, la pérdida es algo que no sé afrontar. Me pasa con cualquier aspecto de mi vida: pasar página para mí es un mundo. No me olvido rápido de gente que ha sido importante, no logro dejar de plantearme si podría haber hecho las cosas de otra forma, o de reprocharme por haber hablado de más o de menos… No sé dejar ir, y eso está provocándome un sufrimiento que me está destrozando la vida.
Sé la teoria, pero la práctica no consigo aplicarla. El otro día le decía a mi psicóloga que no era capaz de avanzar. Hace unas semanas, mi psiquiatra me decía que esa incapacidad para dejar atrás cosas era lo que estaba provocando que tuviese conductas y comportamientos nocivos y que me hacían daño.
Hoy, después de pasar el día con ese vacío, no dejo de preguntarme qué pasa si no eres capaz de pasar página. Supongo que, al final, vivir en el mismo capítulo acaba pasando factura…
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